Aunque difícil de afrontar, el vacío interior es señal de que algo mejor está por venir. Es posible recuperar el equilibrio emocional y reencontrar el sentido de la vida.
Cualquiera que haya experimentado aunque sea un instante en su vida la sensación de vacío interior, sabe de qué se trata. Es un ansia dolorosa y punzante, lo toma todo y parece que nunca va a pasar. La persona se siente a la deriva. El vacío provoca vértigo, mareos, falta de aire, temblor de piernas, miedo. Es fácil describirlo con palabras, pero éstas no alcanzan para que quien no lo experimentó se haga de una idea acerca de qué se trata.
Puede durar un rato o un período más largo en el que siente que el alma zozobra. Es una sensación bastante frecuente, y muchas personas la experimentan sobre todo en etapas de cambio profundo, esos momentos en que la vida va a transformarse para siempre y nunca más volverá a ser como era antes.
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